Amor a la vista lo que persigue un publicista

Quienes de nosotros no hemos estado enamorad@s? De los que no lo estamos, cuantas veces no hemos ansiado regresar a ese estado de tiempo, momento y espacio, sólo para sentir ese olor, esa excitación de muchacho no sabio en plena pubertad.

Algunos tuvieron esa dicha; otros como yo no tan pronto; más bien en la juventud entre los veinte. Recuerdo esa rica sensación de la cual sólo queremos atesorarla. Y si, eso es lo mismo que sentimos los publicistas cuando se nos asigna un nuevo amor a nuestro cuidado, una Marca. Se vuelve nuestra consentida, nuestra nena o nene, por lo que queremos guiarla al éxito, que sea la preferida, la más conocida.

Al decirlo así, muchos pensarían que criaremos un niño arrogante que todos deben aceptar y conocer, pero muchas veces no es lo recomendable y más en estos tiempos de "crisis" que para una marca mantenerse tiene que estar muy estratégicamente estudiada. 

Años atrás era notorio el aplaste de marcas pequeñas por grandes marcas, era lo común no permitir el paso de nuevos productos para restringir las entradas y controlar las ganancias. Hemos visto casos entre marcas con estrategias a largo plazo que desarman cualquier estructura sino son contrarestadas a tiempo.

Como es sabido las marcas blancas actualmente continuan creciendo para satisfacer un gran público que no busca lo reconocido, sino lo de su "bolsillo". Diría que en estos tiempos la segmentación y el uso de redes sociales ha facilitado no sólo lograr objetivos con poca inversión sino más bien lograr el reconocimiento y afilicación de la marca en los usuarios, para ser no solo la reconocida sino la seleccionada. 

Eso es lo que persigue cada publicista, que su amor sea seleccionado en el momento de la compra. 

Virginia Peguero